Mi padre utilizaba dos palabras que me conectan enseguida con su recuerdo. A quien perdía el tiempo en actividades poco recomendables o en conductas disipadas, lo despachaba con la siguiente expresión: «Lleva una vida de crápula» o, simplemente, «ese es un crápula». De jovencito, a mí aquella palabra me sonaba a Calígula y la relacionaba […]