Todas las tardes en la tele me encuentro con un tipo que vende sartenes en las que antes freía tornillos y ahora salsa de tomate que no se quema. Las hace girar al fuego y dice que le relaja el tomate moviéndose sin pegarse. Sus tortillas son impecables e incluso pones la mágica sartén en el horno con gominolas de esas que también llaman “marshmallows”  y salen tostaditas  por arriba y blancas en medio. En el anuncio también aparecen  unas señoras y un jubilado de voz atiplada que dicen que es verdad, que lo han visto en la feria de Valladolid y que es verdad.

Luego sale una pareja de jóvenes presentadores catetos vendiendo  una funda de un sillón para que se puedan subir los perros y ser pateado por los nietos , como si fueran imprescindibles ambas cosas salvajes en cualquier hogar viejuno que se precie  y no el sillón “per se”.

Siempre trae a cuenta comprar dos objetos de los anunciados, porque sale más barato. A continuación me intentan vender una historia sagrada en tomos, que me huele peor que la Historias Ejemplares de la Editorial  Novaro de mi infancia   y  después la apoteósis:  Irma Soriano , con el pelo de un color blanco mutante, me ofrece el reloj conmemorativo de la Guardia Civil con el que me puedo sumergir a 30 metros. Tras otros anuncios de retransmisiones religiosas se reanuda la película, no sin que antes el presentador emblemático de la cadena, un “cortijero” con aspecto de haber recién salido de una caseta de la Feria de Sevilla, le dé la vuelta con el dedo al 3 del logotipo de 13 tv.

Me trago todo esto, porque es la programación que única y  exclusivamente programa cine clásico de todos los canales.  Westerns de Robert Aldrich o Gordon Douglas, bélicas de Franklyn Schaffner o Sam Fuller, aventuras de Rudolph Matte, etc, etc. ¿Porqué este tipo de cine se emite sólo en la 13?. Habría que hacer una tesis para estudiarlo.

Y ahí empiezo a pensar porqué siendo ya jubilado, me siguen gustando el jazz y la música ligera, el buen cine, los cómics y otras cosas que me interesaban siendo joven. ¿Porqué no me ha dado por bailar pasodobles , jugar a la cuatrola o hacer novenas? ¿Seré un especímen híbrido que lo mismo puede comprar el reloj conmemorativo de la Guardia Civil que disfrutar una vez más con las aventuras filmadas por Raoul Walsh?. Tampoco soy de los que piensan que no se hacen películas como las de antes, ya  que en esta programación hay también cada truño antiguo que echa para atrás. Siempre ha habido y habrá cine bueno y malo. ¿Porqué el único cine clásico que hay en la televisión pública es el cine español y han desaparecido las películas en blanco y negro y las versiones subtituladas que programaba la 2 allá por los sesenta?. De cine mudo ni hablemos.

Demasiadas preguntas para un cerebro viejuno. La única respuesta que se me ocurre es que los de la 13 velan por la salud moral y religiosa de su público más obvio, para que no duerman la siesta y se acuesten prontito por la noche y así no estén expuestos a la inquietante programación basura de los demás canales, y esto lo digo sin ironía. Pero creo que algunos viejunos nos vamos espabilando y contamos con nuestro arsenal de buenas series grabadas y no pasamos por los canales más conocidos ni haciendo “zapping”. Eso sí, cada tarde, entre cabezada y cabezada, seguiré viendo a Joel Mc Crea o Virginia Mayo y, aunque me pierda algunos trozos me da igual, porque esas pelis de la “cadena capillita” las he visto y seguiré viendo decenas de veces.