Enviado desde Groenlandia.
Me despierto a las 4 de la mañana y oigo llover. El golpeo de las gotas contras las tiendas de lona amplifica el ruido de la lluvia, lo que hace que parezca que cae una tormenta tropical. Me hago el loco, sigo durmiendo y no atiendo lo que naturaleza me quiere decir. A partir de ese momento recuerdo que sueño con pesadillas. En una de ellas, muy dramática, me veo remando con mi tienda de campaña bajo la lluvia, hacia un lugar donde veo un claro de luz en el cielo. El agobio viene, porque cada que remo hacia el claro buscando auroras, éste se desplaza hacia adelante sin que yo pueda alcanzarlo con mi barco-canoa. Por cierto no veré auroras pero, como consuelo, podía patentar el invento.
Por cierto, esta noche hemos tenido unas temperaturas de cero grados pero con una humedad del 97%. Ya entiendo porque he pasado tanto frío. Se te metía la humedad por todos los huesos.
Al final, al levantarnos la naturaleza nos revela su realidad. Ha llovido y sigue lloviendo. Se suspenden todas las rutas de caminata por el Inlandis y empieza el aprendizaje sobre mejora de habilidades personales.
La actividad en el Iglú comedor es caótica, como nadie puede permanecer fuera por la lluvia, todo el mundo anda por la tienda con sus actividades y preocupaciones. Unos procesan fotos, otros preparan el satélite para las conexiones en directo, otros preparan las crónicas para los medios de comunicación y Carlos trabaja con los chicos las actividades de mejora personal. Debe ser muy chulo lo que hacen porque no dejan de reír y pasárselo bien, se les ve que el tiempo de fuera les importa un pimiento. Ellos están muy entretenidos. Pero no me engaño, es un trabajo intelectualmente duro ya que las pruebas son exigentes, sobre todo cuando te tienes que medir permanentemente contra tus compañeros.
Algunas de sus impresiones:
Fernando ” Me gusta controlar mucho el trabajo en equipo y gracias a las propuestas que estamos descubriendo en esta Expedición estoy conociendo algunas estrategias para mejorar en este campo”.
Carlota ” Me ha hecho pensar sobre mi comportamiento y acciones en distintas actitudes (iniciativa, toma de decisión, responsabilidad, superación, perseverancia´, etc..) en mi vida diaria y mejorar en las mismas.”
Gerard ” Me ha hecho reflexionar sobre la importancia que tiene el lenguaje interior que tenemos y las consecuencias que puede llegar a tener si este tiene un enfoque positivo o negativo. Estas actividades emprendedoras me están enseñando a ser más perseverante y relativizar los errores. ”
El resto del día transcurre tranquilo, limitados porque no disponemos ni de electricidad ni de satélite que nos deje ponernos en contacto con el mundo exterior. Psicológicamente es duro, y es también irónico, hemos recorrido más de 5.000 km para llegar a un lugar, donde nos encerramos en una tienda iglú, sin salir, y estamos deseando de que llegue el grupo generador y disponer del satélite para conectarnos con el mundo del cual vinimos. Toda una ironía de nuestros tiempos. Afuera sigue lloviendo.
Jose Luis Quiñones