La larga historia de presencias de la compañía teatral catalana Comediants en Extremadura, vive este fin de semana un nuevo capítulo, con las representaciones del espectáculo Perséfone en el Teatro López de Ayala de Badajoz y en el Gran Teatro de Cáceres. Para la ocasión, el grupo cuenta por primera vez con la participación de Ángels Gonyalons, una de las más conocidas y reputadas actrices catalanas. Con ella, y con Jin-Hua, una de las más veteranas componentes de Comediants, hemos hablado de esta nueva estancia de la afamada compañía en los escenarios extremeños.

Tienen la amabilidad de atenderme nada más llegar del aeropuerto de Badajoz, gracias a los buenos oficios de la responsable de prensa del Teatro López de Ayala, Ana González.

Ángels Gonyalons en el cafetín del López de Ayala

Pese al cansancio del viaje, Ángels Gonyalons derrocha simpatía. Para ella esta experiencia tiene un cierto aroma de aventura: Perséfone es su primera colaboración con Comediants y ésta es su primera visita a Extremadura, pese a tener vínculos familiares con Almendralejo. Ante nuestra sorpresa nos explica dicha relación: me hacía mucha ilusión venir a Extremadura, porque la familia de mi marido vive en Almendralejo, aunque parte de sus raíces están en Menorca. La madre de mi marido fue la primera mujer menorquina que salió de la isla para estudiar ingeniería agraria. Lo hizo en Madrid y allí conoció al que sería su esposo, que era de Almendralejo, lugar al que se fueron a vivir. De hecho en los veranos nos reunimos todos en Menorca, donde regentan un hotel rural en el municipio de Sant Lluís, cerca de Maò, en el sur de la isla: Alcaufar Vell.

Ángels nos comenta que le parece muy interesante toda la península, con su gran variedad paisajística, monumental, cultural, social y gastronómica. Se detiene en este último aspecto para indicar que es una enamorada de las chacinas y los embutidos: me encantan los productos del cerdo y para mí es otra razón más para tener ganas de descubrir Extremadura. Raza aparte, las condiciones climatológicas inciden directamente en la tipología de embutidos que se pueden producir y no tienen nada que ver los que hacemos en Menorca (carn i xua, botifarró, sobradas, …) , con un clima eminentemente húmedo, con los que se hacen aquí en Extremadura, donde los embutidos se pueden curar muy bien.

Dice que no quiere tener ideas previas sobre los sitios, que quiere descubrirlos por sí misma, en especial a las personas, que son las que realmente le interesan. En este punto menciona que en el poco rato que lleva en Badajoz, no ha visto más que amabilidad por todas partes y que le ha parecido una ciudad del tamaño que a ella le gustan: no me siento cómoda en las grandes ciudades. Me encuentro mucho mejor en ciudades medianas, como lo que me ha parecido que es Badajoz, o León, que también me gustó mucho. Me parece que tienen medidas más humanas, que son más entrañables y hospitalarias. Me abruman las grandes ciudades.

Artísticamente, Gonyalons ha tocado todos los palos: musicales, televisión, cine, doblaje, recitales poéticos, etc. En todos ellos se encuentra cómoda, pero reconoce que lo que más le motiva son los directos y sobre todo el uso de la palabra.

Perséfone es su primera participación en un espectáculo de Comediants. Cuando me llamaron fue una sorpresa –explica-. Está resultando una experiencia muy estimulante, en la que estoy aprendiendo nuevos lenguajes teatrales, nuevas formas de hacer en escena. ¡Está muy bien poder descubrir cosas nuevas!, y Comediants es un lugar ideal para hacerlo.

Nos despedimos, no sin antes proporcionarle las indicaciones de un par de lugares, en Badajoz y en Cáceres, donde poder surtirse de embutidos extremeños.

33 años en Comediants

Jin-Hua

De padre chino, de madre italiana, nacida en la isla de Cerdeña, formada en Bolonia y en Florencia, donde estudio arquitectura, Jin-Hua, o Rita Kuan, tengo dos nombre –me dice-, tuvo su primer contacto con Comediants en 1979, cuando les vio en el Festival Sant Arcangelo di Romagna. No sería hasta unos años más tarde cuando se incorporó a la compañía: me fui a verles a Canet de Mar (Barcelona) y ya no me pude volver de allí.

Desde entonces han transcurrido 33 años en los que ha hecho un poco de todo: actriz, producción, ayudante de dirección, edición de libros, etc.

Jin explica que Comediants ha estado viniendo a Extremadura desde casi el principio de su trayectoria. Desde 1974, con los espectáculos Non-plis-plas y Catacroc, hasta este fin de semana con Perséfone, los espectadores han podido disfrutar en Badajoz, Cáceres o Mérida, de montajes como La Nit, Mediterrànea, El Gran Secret o Dimonis. La respuesta del público en todos los casos ha sido fantástica –asegura esta sardo-china, como ella misma se denomina-. Siempre nos ha encantado la reacción de los extremeños ante nuestro trabajo, que ha sido muy cálida. Mi experiencia es que hemos conectado desde el primer momento.

Se refiere a Extremadura como una tierra con mucha historia, con mucha sabiduría, llena de memoria. Destaca el legado romano de Mérida, en cuyo teatro y anfiteatro le pareció impresionante poder actuar. Interesada por los ambientes y espacios de transición, de sus primeras visitas también recuerda con fuerza la presencia gitana en la Plaza Alta de Badajoz.

Pero la relación de Comediants con Extremadura todavía va un poco más allá, porque entre el grupo fundador de la compañía figura Luisa Hurtado, residente en Mérida. Según comenta Jin-Hua, Luisa participó en la primera etapa de Comediants.  Con ella, y con Damián Galán, siempre ha existido una relación artística que se ha concretado en colaboraciones puntuales en diversos momentos, como en el montaje de Las mil y una noches, en el que la dramaturgia corrió a cargo de Luisa Hurtado y de Joan Font, o en Las maravillas de Cervantes.

Jin-Hua, o Rita Kuan, es una gran aficionada a caminar y afirma que una de las cosas que tiene pendiente de hacer es la Ruta de la Plata: Me encantaría recorrera, todo el mundo me ha hablado muy bien.

Con esta referencia turística y cultural ponemos el punto y final a la entrevista. Faltan poco más de tres horas para que la obra comience, y hay que supervisar los últimos detalles.