Vila Raiders es un grupo de amigos que comparten la misma filosofía del deporte: compartir buenos momentos, conocer lugares y, sobre todo, disfrutar de lo que hacen, como el pasado sábado pude comprobar yo mismo disfrutando con ellos recorriendo el tramo de Cáceres a Mérida por la Vía de la Plata.
¿Y qué es eso que hacen? Pues un poco de todo, pero una de las cosas que más cabe destacar es participar en el Evento solidario “Kilos x Kilómetros” en el que se ha incluido el Desafío Re-Corriendo la Vía de la Plata, y la carrera de la que ya os informé, la “V Subida Sierra de Alor”.
Re-corriendo la Vía de la Plat acomenzó en Astorga (Asturica Augusta), y el objetivo fue recorrer todo este mítico itinerario hasta Mérida (Emerita Augusta), pero corriendo. Un total de unos 500 km que se ha llevado a cabo en 6 etapas en régimen de autosuficiencia.
Para que nos entendamos: se realiza la salida por la mañana, y cargas lo básico para poder pasar la jornada corriendo, aunque en este caso era necesario disponer de un vehículo de apoyo cada cierto tiempo debido a la inexistencia de agua potable, por ejemplo, en tramos largos.
Vamos por partes. El reto solidario consiste en realizar una serie de actividades que permita recaudar alimentos y fondos que posteriormente el Club Vilaraiders donará a diversas entidades sociales.
En 2013 y 2014 se recaudaron más de 2 toneladas de alimentos que se destinaron a campos de refugiados del Sahara y a Cruz Roja.
En el 2015 tocaba el Reto de correr la Vía de la Plata, con el apoyo de la Consejería de Educación y Cultura mediante la concesión de una de las becas ADME dela Fundación Jóvenes y Deportes, la colaboración del Ayuntamiento de Olivenza,y apoyados también por la Tienda Explorery Air Drone View.
Con esto se afrontaban esos casi 500 kmque separan ambas localidades por un fin solidario después de más de 2.000 años… Dicho así, sólo la idea de pensar la antigüedad del recorrido planteado te motiva a hacerlo.
El reto comenzaba el día 19 de abril en Astorga, enfrentándose a una etapa de 68km hasta Benavente. Después a Zamor, con 68km y el tercer día llegarían a Salamanca. Allí Gonzalo ya llegaba con algunos problemas físicos que arrastraría hasta el final del reto. Pero no cabe duda que, cuando alguien hace un reto de estas características, corre más con el corazón y lleva mejor el dolor.
El día 22 tocaba entrar en Extremadura, con la etapa Salamanca-Baños de Montemayor, 81km, y los días 23 y 24 desde allí hasta Cáceres, pasando por el impresionante Arco de Cáparra, donde tuvieron una increíble recepción de alumnos del Centro Rural Agrupado Ambroz realmente emotivo.
El día 25, ya con las fuerzas al límite, pero con la moral por las nubes, se enfrentan a la última etapa, con la sorpresa de Miguel Heras, que les acompañó un tramo de esos casi 80 km que separa Cáceres de Mérida.
En la llegada, al final del Puente Romano de Mérida, se encontraban familiares y amigos de los participantes que los recibían con cálidos aplausos, felicitaciones y abrazos pese a llegar en medio de una incómoda tormenta.
Viví desde dentro esos últimos 80 km y comprobé el buen ambiente que reina en este grupo. Gonzalo estuvo acompañado de varias personas en diferentes tramos, entre ellos, Julián, Alberto, Jose, Nuria, Ismael, Sonia, Montaña, Ana, Alfonso, Luz, Juanan, Pilar, Mingui, Luisve, Robe, Sebas, Carlos … que seguro le hicieron el reto ameno y divertido.
Enhorabuena Gonzalo, enhorabuena Vilaraiders.