Máxima volatilidad en los mercados de renta variable. La última semana de un 2018 para olvidar se tiñó también de rojo, con la sola excepción de los dos principales índices estadounidenses, que se desmarcaron de la tendencia general y acabaron en verde.
Aquí el Ibex terminó con caídas del 0´74%, cerrando en los 8.493 puntos, mínimos desde mediados de 2016. Valores de segunda fila encabezaron tanto las subidas como las bajadas. En el lado negativo Acciona y Endesa fueron las compañías que peor comportamiento presentaron (-4´70% y -5´48 % respectivamente), mientras la papelera Ence fue de las empresas que más se revalorizó (+2´12%), coincidiendo con su debut en el selectivo donde sustituyó a la distribuidora de alimentación Dia.
Con los descensos de esta semana algunos de los títulos con más capitalización acumulan en el año pérdidas más que severas, habiendo resultado especialmente perjudicado por la salida de papel el grupo bancario, con recortes en algunos casos próximos al 40%.
En el exterior, fuerte volatilidad la registrada por las principales plazas foráneas. El Dow Jones, que se dejó un 3% el lunes, se disparó el miércoles un 5%, anotándose ese día su mayor subida en puntos de la historia y la mayor en porcentaje desde marzo de 2009. Esta mejora le permitió a la bolsa neoyorkina acumular desde el pasado viernes unas ganancias superiores al 3%. Condicionado por Wall Street, el Nikkei se desplomó el martes un 5%, aunque en la recta final de la semana maquilló buena parte de este traspié, terminando por ceder “solo” ocho décimas. Recortes también inferiores al 1% en las bolsas europeas.
Pocos cambios en los mercados de deuda y divisas. En los de renta fija, el bono a diez años se fue hasta el 1´42%, con la prima de riesgo en los 118 puntos básicos, mientras, en los cambiarios, el euro recuperó posiciones con el dólar, marcando fixing ambas monedas en las 1´144 unidades. En los de crudo el barril de Brent, que hace solo unos meses superó los 86 dólares, cerró por debajo de los 54, descontando la menor demanda que vaticinan todos los analistas de cara a 2019.
Mañana finaliza el peor ejercicio bursátil de los últimos 10 años, con caídas en Europa en torno al 15%. Además ha sido un ejercicio tremendamente irregular, plagado de referencias antagónicas que poco o nada han ayudado a unos inversores que miran con pavor a problemas como el Brexit, la desaceleración económica mundial, la “guerra comercial” USA-China, la retirada de estímulos monetarios por parte de los principales bancos centrales, la deriva secesionista catalana o la anarquía fiscal italiana, todas ellas incógnitas de enorme calado. Con todo, partiendo del nivel que van a partir, la renta variable debe ser la mejor opción inversora de cara al próximo año. Debe subir y debe subir con fuerza.