Fuimos muchos -y lo dijimos en su día- los que pensábamos que la convocatoria de un referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea era un verdadero despropósito. La propuesta del Primer Ministro británico David Cameron era absolutamente disparatada ya que afrontar una consulta de consecuencias tan enormes para un país sin un consenso amplio, solo puede conducir al estrepitoso fiasco que ha supuesto el “Brexit”.

El “sí” en el referéndum ha colocado en una situación dificilísima a la Unión Europea y caótica a Reino Unido, situación aún más crítica cuando la Cámara de los Comunes británica rechazó el miércoles el acuerdo de separación que firmó Theresa May con Bruselas.

El próximo lunes la premier británica hará una declaración anunciando los próximos pasos del Brexit y presentará una moción que será debatida y votada ocho días después.

Un proyecto que ha reportado a Europa durante seis décadas las mayores cotas de bienestar y democracia jamás alcanzadas, podría ahora tambalearse por una decisión irresponsable que hará pasar a la historia a David Cameron como lo que es: un completo incompetente.

Si se consuma el Brexit las consecuencias económicas y políticas para toda Europa serán muy, muy graves.