“Tropa solidaria de Guadalupe” en acción.
La actividad de Diciembre: “aprender a a aprender. Desde la vida”.
Vamos con los más sabios, nuestros mayores. Al lugar más lleno de sabiduría, la residencia de los mayores de la Granadilla, donde la edad media es de más de ochenta y cinco años. Allí se junta la debilidad y la sabiduría, la sencillez y la importancia, los límites y el amor.
Lecciones que nos enseñaron, máximas que nos dieron:
– Lo más importante en la vida es la humildad y la sencillez para saber vivir y aceptar todas las etapas y circunstancias vitales.
-” Dos no riñen si uno no quiere”: reñir es la pérdida más grande de tiempo y de vida.
-“No dejéis nunca de preguntar” lo que sea una inquietud en vuestro interior, preguntar para aprender.
– “El que siembra vientos recoge tempestades”… pero el que siembra bondad recoge bondad. “Sed buenos”
– “Lo más importante de todo en la vida es el amor y la amistad.”
– “Aprender a vivir con todos” es una buena máxima, nunca sabes dónde vas a acabar viviendo y hay que saber vivir bien.
– “Los mayores también fuimos niños” y vosotros también seréis mayores, lo que más alegra a un mayor es verse rodeado de niños. Un abuelo no se puede comprar es un regalo de Dios.
– “En la infancia fuimos felices aunque con dificultad”, jugamos mucho. Os damos un consejo : “ved poca televisión y jugar mucho entre vosotros”.
– “Dios siempre nos ha acompañado”, la fe es una buena compañera para vivir. Con la fe no te siente solo nunca.
– Nuestro lema que recitamos todos los domingos es misa es: “Aquí no hemos venido a morir, aquí hemos venido a vivir”.
Ahora estamos esperando para preparar el Belén en la puerta como todos los años y cantarle nuestros villancicos,P. Podéis ver nuestro encuentro:
https://tropasolidaria.org/
Y, sin saberlo, hemos hecho lo que el Papa nos dice ahora:
“La alegría es contagiosa ¿Es verdad? ¿Están de acuerdo?“.
“Quisiera darles una tarea. Esta alegría contagiosa hay que compartirla con todos, pero en especial – y ésta es la tarea – con los abuelos. ¡Piensen bien en esto: esta alegría hay que compartirla con todos, pero en especial con los abuelos!”, apuntó Francisco.
“Hablen a menudo con sus abuelos; también ellos tienen esta alegría contagiosa. Pregúntenles tantas cosas, escúchenlos, ellos tienen la memoria de la historia, la experiencia de la vida. Y para ustedes éste será un gran don que los ayudará en su camino”, declaró.
“También ellos tienen necesidad de escucharlos a ustedes – también ellos tienen necesidad de escucharlos a ustedes – tienen necesidad de comprender sus aspiraciones, sus esperanzas. He aquí la tarea que les doy: hablar con los abuelos, escuchar a los abuelos“, porque “los ancianos tienen la sabiduría de la vida”.
“¡Para no olvidar, repitamos juntos la tarea: hablar con los abuelos, escuchar a los abuelos! ¡Chicos y chicas, todos juntos!… ¡Pero qué débiles que están! ¡Más fuerte!… ¡El próximo año les preguntaré sobre esto, sobre lo que hicieron!”, se despidió Bergoglio, recalcando su deseo de “anunciar el rostro de Dios que es amor. Que el Señor bendiga este proyecto vuestro de bien”.