Vacaciones por todo lo alto
Ayer ultimaba cuestiones de Tribunal de trabajos de fin de grado en la facultad de educación y comenzaba el mes de vacaciones escolares, que la parroquia lleva otro calendario. Sentía alivio al comenzar estos días en los que rompes el hábito de lo diario para hacer cosas distintas y más suaves. Pero nunca pensé que iba a comenzar estos días de descanso levantándome a las seis de la mañana y lanzándome por todo lo alto de esta ciudad, la que pateo todos los días con mis quehaceres habituales. La dirección si era la misma en principio, camino de la universidad, pero la dejé a un lado y llegué hasta IFEBA, no había un alma, bueno había dos, los que iban a ser compañeros de vuelo, Reme y Justo. Rápido llegó el todoterreno con su remolque y su colorido amarillo, el emblema singular de “Passarola” y esos dos personajes únicos y amigos del alma , que están unidos hasta el nombre, los “Migueles”. Traían ese globo de grandes dimensiones y de colores vivos y variados que lanzan al cielo como lugar de gozo y disfrute. Quién me iba a decir a mí que este iba a ser mi primer día de vacaciones, no me digan que no ha sido por todo lo alto: Video de altura
Los migueles
Dos personajes de entidad propia y con denominación pura de origen. Uno de Ahillones que se crió en familia trabajadora y humilde, de esos que ordeñan las vacas antes de irse al instituto, de los que no hacen del estudio un enreo porque no se puede perder el tiempo. Aprovecho bien sus posibilidades y capacidades y se formó como fisioterapetua, sin esperar a que le viniera el trabajo del cielo o de otra cabeza, puso la suya en funcionamiento y creó su propia clínica, con sus propias manos, con su ilusión y su corazón. Por eso son muchos de ámbitos deportivos, sanitarios, económicos, etc. Los que lo conocen y saben de su ser profesional. Además buen deportista, pero sobre todo padre aprendiz con dos mellizos que llegaron hace año y medio. Por otro lado, el otro Miguel, el que se sabe hijo de emigrantes en Alemania –con el alemán ya olvidado y no por alzheimer- que volvió con sus padres y también supo de trabajar en el bar, levantarse temprano, poner los cafés, y después irse al instituto, para después formarse en grados superiores de formación profesional, donde mas que aprender contenidos, aprendió a moverse y a ser, a luchar y crecer, a vencer adversidades con buen corazón y mejor ánimo, aunque se llore en el alma. Los dos forman un tándem de complicidad que superan los niveles de la fraternidad llegando a la comunión de alma en el respeto más absoluto y en el cuidado más extremo de uno por el otro. Esas relaciones donde no existen fronteras porque nada hay oculto.
El sueño del niño de las vacas
El de Ahillones, de pequeño, le gustaban los globos como a cualquiera, pero él los prefería de los que vuelan de verdad. Soñaba con tener algún día un globo propio que volara de verdad por todo lo alto. Lo soñaba y se descubría manejándolo, surcando el cielo azul, sobrevolando ciudades, parajes, montes, llanos, ríos, lagos, dehesas…Y el sueño se hizo realidad, hace unos nueve años que ya tiene su globo propio, su formación específica para volar, su veteranía lograda a fuerzas de horas de prácticas. Y ahí encontró un aliado perfecto en su amigo Miguel Guerrero. En momentos de dificultad matrimonial, se reforzaron como amigos y se apoyaron para crecer y caminar juntos en la vida, optando por la verdadera amistad y volaron muy alto en lo que se refiere a comunión y fidelidad. Y ahí los tienes cómplices y complicados, con una afición que les llena, les une y lo que es más grandioso, con la que hacen felices a mucha gente de un modo original y único. Así ha sido hoy conmigo y con estos compañeros de viaje. Poner el propio disfrute al servicio de otros para compartir el gozo y hacernos felices por el camino de la vida. Así entre todos lo mantienen y todos los disfrutan, mejor que el blablacar. Tú no tienes globo pero lo disfrutas como si lo tuvieras, sin tener incomodidades, que esas ya las tienen los que te llevan, basta con que aportes para que la historia pueda continuar y otros también se puedan embarcar en la misma aventura. Una filosofía de lo común, que casi se acerca a lo público desde el cuidado de los que se organizan para que esto funcione.
Un viaje de ensueño
No hará dos horas que aterrizamos y si me preguntáis que es lo propio de este paseo en globo en la ciudad de Badajoz, puedo deciros que para mí ha sido: