Llevamos varios post dedicados al ahorro. Ahora toca algo importante. Inculcar el hábito del ahorro y del valor del dinero en nuestros hijos. Saber cómo ahorrar en familia va a ser la clave de nuestro ahorro de y de la adquisición de hábitos financieros por parte de los hijos que, en el futuro, pueden ayudarles a resolver muchos problemas de liquidez.
Nuestros hijos tienen que saber que ahorrar tiene premio. Y ese premio tiene que ser comprar algo que desean. Es complicado enseñarles a ahorrar por ahorrar. Por eso hay que combinar esfuerzo con premio. Ya aprenderán que es una obligación para poder asumir posteriores necesidades. Por el momento, que sea un premio con el que se compran esa “chuche” primero, ese teléfono después, ese viaje con el cole más tarde. Y una vez que tengan el habito creado, no te preocupes, que ellos solos sabrán en el futuro que no se ahorra solo para ocio o consumo.
Encargarles tareas domésticas de manera sistemática no solo les hace crecer como personas en la asunción de sus responsabilidades, sino que es la base también de aprender que, por suerte o por desgracia, el dinero no sale del grifo. El dinero se obtiene del trabajo, y de ese trabajo continuado que le lleva a su compensación: el premio del dinero.
Inicialmente no es compensación económica por trabajo, si no premio por asumir sus responsabilidades. Poco a poco, la vida les irá enseñando con posterioridad que realmente el trabajo se remunera, pero cuando llegue ese momento, ya tendrá una impronta en su mente. Para conseguir compensaciones económicas hay que hacer algo útil. No es tontería, nos evitará criar NINIS, esos jóvenes que NI estudian, NI trabajan.
Y cuando llega el momento de ir a gastar el dinero hay que dejar que se equivoquen. Si se gastan todo su dinero en ese premio que les daba satisfacción inmediata, pero que les perjudica para esa gran inversión prevista: su juego de la Play, un teléfono nuevo, la bici de segunda mano que ha visto, ha llegado el momento de que se estrellen.
Por mucho que queramos, nadie aprende en cabeza ajena, así que por mucho que se lo advirtamos, terminará comprando esa tontada’ que le perjudica su planificación posterior. Déjale, ahora es momento de confundirse, de quedarse sin la bici porque se ha demorado su ahorro por los caprichos inmediatos.
Así no volverá a cometer ese error cuando se compre el coche, y deje a su familia sin vacaciones cinco años por tener que pagar el capricho inmediato.
Las finanzas son la base de la vida porque en una sociedad en la que todo tiene intercambio económico, sea eso políticamente correcto o no, por que en esas cosas nosotros no entramos, nos obliga a saber gestionarlas. Siempre he dicho que la asignatura de Finanzas y Ahorro en el colegio es tan importante o más que muchas otras porque, al final puede ser que “el dinero no dé la felicidad”, pero lo que no son cuentas…son cuentos.