A estas alturas, no voy a convencer a nadie y no es mi intención: correr no es fácil. Seguramente aunque lo pruebes nunca llegue a gustarte. No es sólo un mundo de colores fluor a la moda, de risas y dias de sol. Es la vida, la vida que pasa, despacio o rápido, alegre o triste, al sol o bajo la lluvia, vivirla corriendo sólo una opción.
Pero practicar algo de ejercicio, es como el comer, es necesario para tener bienestar. No importa el tiempo que le dediques, si eres un gran cocinero o apenas sabes freír un huevo, al final todos debemos sentarnos a la mesa.
A mi no me gusta cocinar, pero sí comer y cuando me siento muy hambriento, incluso me cambia el humor. Nadie dijo que esto fuera fácil.
Ni tan malo. No hay que asustar en esto de la vida sana y el ejercicio, pero la clave puede ser la constancia. Esa capacidad que no todos tienen, de ver el lado bueno a sufrir, de encontrar un propósito, una motivación para seguir. Para superarnos y mejorar.
EMPIEZA A CORRER EN VERANO
Vacaciones de verano, este periodo de tiempo es ideal para iniciar nuevos proyectos, no sólo es descansar. Desconecta de actividades que hemos realizado durante todo el año.
Que esta estación del año inspire no es una cosa que vayamos a descubrir ahora. Un amor de verano, un cambio en nuestras vidas o el inicio de algunos hábitos. Por eso sinceramente, creo que es un buen momento, ahora, para iniciarnos a correr o simplemente a hacer ejercicio.
OLVIDA LAS EXCUSAS
1. TIEMPO. Una de las excusas por excelencia para no hacer cosas es la falta de tiempo, por eso podemos aprovechar este periodo de vacaciones para coger el hábito del deporte. Gana la partida al tiempo y reserva media hora al día, al principio de la mañana puede ser una buena opción para empezar. Los días también son más largos y nos va a resultar más fácil organizar la agenda en esas condiciones.
2. ROPA. Precisamente para salir a correr no hace falta llevar demasiada equipació técnica, pero es con el calor cuando menos ropa llevamos encima. Equiparse ya no es una excusa para no hacer deporte, nos basta apenas con unas zapatillas y un pantalón corto para empezar a correr.
3. CALOR. Encuentra tu momento al día y que no sea en las horas centrales. Como opción puedes terminar la sesión con un baño, el agua fría te vendrá muy bien en las piernas para recuperar.
4. PLAYA. Si estas en la playa, puedes iniciarte a correr allí. Busca zonas cerca del agua con arena compactada, para que no parezca que corres en el desierto. Si vas a correr ligero o más de 30 minutos lo recomendable es no hacerlo descalzo.
Ya sabes, no hay excusas posibles. Si se quiere se puede. Si has llegado hasta aquí, no pares, átate las zapatillas y haz un poco de ejercicio diario, que aunque no te guste, con moderación te sentará muy bien!