El pasado año, en el aeródromo de Mérida llegaron 225 vuelos privados, en su mayoría avionetas, con pasajeros que venían a la capital autonómica para disfrutar de una de las obras del Festival de Mérida. Es quizás, uno de los datos más desconocidos de cuantos rodean al certamen emeritense. Aficionados al aeromodelismo, propietarios de avionetas que se trasladan por España y Europa para disfrutar de enclaves auténticos, como el Teatro Romano de Mérida.
Según Luis Lechón, presidente del aeroclub emeritense, la previsión para esta 61 edición es que se mantenga el número de vuelos en el aeródromo emeritense, situado en la finca Royanejos, de propiedad municipal.
Los bautizos de vuelo, o viajes en avioneta los puedes encontrar por internet con precios que oscilan entre los 80 y 300 euros. La mayoría de personas que utilizan este medio de transporte para visitar Mérida y disfrutar de las noches de teatro en la capital extremeña, alquilan las aeronaves en diferentes puntos del país. Son, por tanto, amantes del aeromodelismo que aprovechan su pasión para descubrir el Festival de Teatro Clásico de Mérida.
Pero también, existe, en un número muy importante, personas con alto poder adquisitivo que viajan a Mérida y su Festival. Este tipo de público, propietario de estos pequeños aviones, suelen pernoctar en la ciudad en los hoteles más lujosos y vivir la experiencia del teatro clásico por todo lo alto. Un dato que corrobora la venta de entradas, puesto que según las trabajadoras de las Taquillas oficiales del certamen, las entradas de orchestra (las más caras) están siendo las primeras en agotarse en cada una de las sesiones. Hay que recordar, como ya adelantamos en este blog, que se llevan vendidas de forma anticipada más de 21.000 localidades para el evento cultural emeritense.