La transición se hizo a la sombra del Valle de los Caídos. Cuatro décadas después, Franco sigue ensombreciendo nuestra democracia. Sus vestigios no se limitan al faraónico mausoleo sostenido con fondos públicos ni a topónimos como el de Guadiana del Caudillo ni tampoco a que su familia conserve el título de ‘Grandes de España’. El franquismo ha sobrevivido a Franco en su búnker, y en algunos consejos de administración y de ministros, y el Generalísimo empieza a ganar batallas después de muerto cual Cid Campeador. Su victoria más reciente es la condena a un año de prisión y siete de inhabilitación de Cassandra Vera por bromear en Twitter con el magnicidio a manos de ETA de Carrero Blanco.
La Audiencia considera que los chistes de marras humillan a las víctimas del terrorismo. Sin embargo, la Justicia, que no es ciega pero sí tuerta, no ve con los mismos ojos a las víctimas del terrorismo de Estado franquista. La Fiscalía ha decidido no investigar al portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, como pedía la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), por esta cínica respuesta a una pregunta sobre el rechazo del Supremo a exhumar los restos del dictador del Valle de los Caídos: «La verdad es que no me lo he planteado. A mí me gusta que los muertos descansen en paz y esto de estar todos los días con los muertos para arriba y para abajo supongo que será el entretenimiento de algunos».
No es la primera vez. En agosto de 2015, el Ministerio Público tampoco encontró «elementos suficientes para ejercer acciones penales o civiles» contra el lenguaraz Hernando por decir que «las víctimas de la dictadura únicamente se acordaban de sus familiares cuando había dinero». Para la ARMH, la Fiscalía «actúa como si existieran víctimas de primera y de segunda clase», porque si un político hubiera dicho de las víctimas del terrorismo etarra algo similar «nadie puede dudar de que su actuación hubiera sido muy distinta y no se hubiera ido de rositas». Las condenas de Cassandra Vera y César Strawberry cargan de razón a la ARMH.
Las declaraciones de Hernando son la expresión del desdén mostrado por el Ejecutivo de Rajoy hacia las asociaciones de familiares de represaliados por el franquismo, que no han recibido ni un euro de los Presupuestos desde 2012 para rescatar de las cunetas y fosas a sus muertos. En cambio, los gobiernos del PP han sido más que permisivos con la Fundación Francisco Franco, que al menos entre 2000 y 2003, durante el segundo mandato de Aznar, recibió subvenciones públicas. Esa fundación es la misma que el pasado diciembre condecoró a tres cargos populares por incumplir la Ley de Memoria Histórica: el secretario provincial del partido en Badajoz y diputado en la Asamblea de Extremadura, Juan Antonio Morales, y los alcaldes de Alberche del Caudillo (Toledo) y Guadiana del Caudillo (Badajoz), Ana Rivelles y Antonio Pozo.
Las cloacas del Estado también atufan a franquismo desde que el hijo político del gran censor Fraga llegó a la Moncloa. De ellas han emanado la ‘ley mordaza’, versión actualizada de la ley de vagos y maleantes, o la policía secreta creada por el nacional-católico Jorge Fernández Díaz cuando era ministro del Interior a imagen y semejanza de la brigada político-social franquista.
Todo esto quizá explique por qué a la derecha del PP no hay ningún partido que le haga sombra.
(Publicado en el diario HOY el 2 de abril de 2017)