NO LOGRO DORMIR. Cuando quiero descansar, me desvela el remordimiento de no estar haciendo todo lo que debería por la justicia en el mundo. Y cuando me vence el sueño, de pronto me sacude una pesadilla en la que veo a miles de niños que se mueren de hambre. Ya no puedo más, necesito anestesiar mi corazón… o vencer mis reparos éticos y convertirme en poderoso y egoísta. Os lo ruego, ayudadme a ser tan inmoral como el peor de todos vosotros. Yo, desde lo alto, sabré recompensar vuestra solidaridad». Fue su última tentación de santo. Hoy preside la todopoderosa corporación «Colocando Amigos» S. A.