Yo puedo entender el miedo, la desesperación, la rabia en unos padres y madres ante las conductas de sus hijos. De verdad que entiendo el descontrol de padres y madres y no me parecen unos monstruos, pero si creo que se equivocan. Y además las bofetadas que crees que desahogan luego originan culpabilidad, los padres y madres no se sienten bien despues de haber pegado a sus hijos.
No se pega.
¿Alguno de los lectores se atrevería a justificar pegar a una mujer? Pues pegar a un menor, a un niño o adolescente, por modorro que sea, tiene menor justificación aún. Los niños y adolescentes son personas en construcción y se equivocan y dan “castigo”, pero están aprendiendo.
No existen las bofetadas pedagógicas, no se enseña nada abofeteando a un hijo. Todas las bofetadas que se dan a los hijos las dan padres y madres asustados, desbordados, frustrados, descontrolados y no existen las bofetadas a tiempo pues el tiempo de las bofetadas siempre tiene que ver con el tiempo del descontrol. Descontrolados no se puede educar.
Lo vuelvo a repetir yo comprendo a esos padres y madres pero les digo: no se pega.
Yo escucho mucho decir eso de que “a mi de pequeño me pegaron mis padres y ni me traumatizó, ni les guardo rencor”, y yo siempre contesto, ¿tú le pegas a tu hijo? ,¿ le darías bofetadas para que comiera?, ¿para que se durmiera? ¿Por despertarse en mitad de la noche?, ¿por hacerse pis?, ¿por suspender?, ¿por contestarte mal?, ¿por desobedecer?, ¿Qué le enseñaría una bofetada?, ¿Que eres su padre?, ¿Que eres su madre?.
No creo que la solución sea condenar a padres y madres que pegan, creo que la solución es convencer que el descontrol se combate con control, con firmeza, con constancia. No, no se pega.
Educar, educar, remangarse y a educar.