No quiero amargaros el final de las vacaciones pero en unos pocos días os veréis recogiendo toallas, bañadores y afrontando que el nuevo curso escolar está cercano.

¿Cuánto duran los buenos propósitos de principio de curso? Foto ABC.es

Comienza el curso y, como en todos los comienzos de algo, es el momento de los buenos propósitos, de juramentarse que este año las cosas van a ser diferentes, “como que me llamo Paqui que este año no doy una voz, como que me llamo Paqui que este año se hacen las camas antes de ir al colegio, como que me llamo Paqui y este año no me pienso pasar las tardes estudiando con los niños, como que me llamo Paqui...” Y cuanto más te juramentas más temores te entran sobre la que se avecina, vamos, que dudas hasta de que te llames Paqui.

Dentro de unos días te sorprenderás gritando a las 8 de la mañana a la vez que repites mantras del tipo,¡te quieres levantar de una vez!, mientras tiras de las sabanas con una mijita de mala milk.
Dentro de unos días volverás a sentir como la yugular se te pone del tamaño de cantaor flamenco, mientras te entran ganas de que la criatura se trague la tostada de un mamporro; o mientras tu criatura se viste con parsimonia como si fuera un koala; o mientras le entra una duda sobre si me pongo este pantalón azul o este otro pantalón azul y cuando le dices ponte el azul, te contesta con un… ¡Si, ese me voy a poner, porque tú lo digas!
Dentro de unos días vuelve el estrés por llegar tarde, por enésima vez, al colegio como una especie de Kalessi pero, en vez de madre de Dragones, madre de Tardones. Tirando de niños cargados de mochilas.
Y por el camino te das cuenta que realmente el pantalón, que le has obligado a ponerse, se le ha quedado más que pequeño, ridículo.
Dentro de unos días el mundo se vuelve de un normal que no veas, el grupo de whatsapp de padres comienza a hervir, los libros, las tardes de estudio, los “niño quieres dejar la maquinita“, los y ¿ahora vas a salir? las extra escolares,… Dentro de unos días te darás cuenta de que esto vuelve a ser la misma película de todos los días. Un constante y fastidioso “déjà vu”.
¿No vas a gritar? Si lo raro en estas fechas es que no salgan noticias de padres y madres que desaparecen asustados de sus casas.

Comienza el curso, y vas a gritar y lo sabes.

Pero para eso está el blog de Escuela de Padres para ayudarte, para que cuando te veas gritando como los locos o locas, en vez de amargarte te entre la risa y de su mano la convicción de que uno no puede estar educando todo el día enfadado. Vamos a educar mientras vivimos, vamos a educar mientras los niños no quieren desayunar, mientras montan pollos a la hora de vestirse, vamos a educar en los momentos complicados, porque en los fáciles no hace falta. Vamos a sentirnos orgullosos y necesarios. Como Carlos que me llamo que este curso seguiremos educando (dudando, a veces asustados, otras seguros, con alguna lágrima, con risas, pero actuando.)
Este curso intentaremos hacer cosas diferentes si queremos resultados diferentes. Sin prisa, te recuerdo que tus hijos aún no están terminados. Os deseo un buen curso 2018/2019