Pocos lugares hay en España que derrochen tanta magia como el enclave en el que se levanta la basílica visigoda de Santa Lucía del Trampal, sacralizado desde antiguo a las diosas del inframundo. Adaegina o Ataecina era una diosa infernal adorada por los antiguos íberos, lusitanos, y celtíberos, una de las deidades ibéricas más importantes. […]