El ritual no era difícil: consistía en trazar en la tierra o en el suelo un cerco o circunferencia realizada con carbón, yeso, cal, candelillas, un cuchillo o incluso un clavo. Normalmente la hechicera recitaba el conjuro pertinente y apremiaba a los diablos, que aparecían en forma de macho cabrío, de perro grande, de cerdos […]