La semana pasada dimos la bienvenida al ansiado mes de Agosto y nos despedimos de Julio, también dijimos adiós a un precioso pajarillo, que ha llenado de color nuestros cielos y de preciosas sintonías nuestros oído con un continuo “priurr” o “riiuup”, esta colorida ave es el Abejaruco europeo (Merops apiaster Linnaeus, 1758).
Esta inconfundible especie que podemos encontrar posada en los cables o ramas secas, de vistosos colores, azulados en la parte inferior, pardo amarillentos en la parte superior, cuello de un amarillo vivo y su alargado y curvo pico la hacen un ave inconfundible. Dicen que quien lo creó le dio los siete colores del arcoíris, pero cuando terminó se dio cuenta de que se le había olvidado el color rojo y se lo puso en los ojos.
También podemos identificarla en vuelo, ya que son grandes acróbatas, con rápidos aleteos y planeos con las alas abiertas.
Al igual que el Martín pescador, este vistoso pájaro fue considerado como ejemplar de la felicidad conyugal y de la fidelidad ya que a menudo se desplazan en pareja y parecen inseparables.
Este migrador transahariano comienza su migración otoñal a finales del mes de julio y se prolonga hasta septiembre. En agosto pasan en gran número el Estrecho, cruzan el Sahara hasta llegar a sus cuarteles de invernada en el África occidental.
Será entre mediados de marzo y principios de abril cuando vuelvan a poblar nuestros cielos de color y alegría.
Cría en colonias buscando casi siempre taludes arenosos en los bordes de ríos o cauces secos, canteras, cortados, o simplemente en el suelo, aprovechando a menudo una pequeña depresión o plegamiento del terreno y con preferencia por material fácil de excavar. Ambos miembros de la pareja escavan un túnel horizontal, picoteando el suelo o la pared y expulsando hacia atrás la tierra o arena extraídas. Dependiendo de la dureza del terreno miden entre 50 y 250 cm. con un ensanchamiento en el final que es propiamente el nido. Inicia la reproducción a finales de abril y se prolonga hasta julio realizando una única puesta de entre 4 y 7 huevos elípticos cortos, casi redondeados, blancos, lisos y brillantes.
El abejaruco Se posa en los cables eléctricos, manteniéndose inmóvil y muy erguido, esperando a sus presas para lanzarse sobre ellas inesperadamente, tras capturar un insecto, si es pequeño lo engulle en el aire, pero si se trata de una Libélula o un gran escarabajo prefiere llevarlo a su posadero. Una vez que han comido, su estomago devuelve hacia la boca los restos que no ha podido digerir en forma de bola de color oscuro, es lo que se llama “egagrópila.
Compite con el Gorrión Chillón y el Común como consecuencia de la reutilización por parte de esta última especie de nidos de Abejaruco. Pollos y huevos son frecuentemente predados por zorros, culebras bastardas y de herradura.
Las hembras se parecen mucho a los machos.
En Europa el abejaruco es especie netamente mediterránea que se reproduce desde Portugal, España, Francia del Sudeste, Austria, Hungría, Eslovaquia, sur de Polonia, Los Balcanes, Italia y las grandes islas (Baleares, Córcega, Cerdeña, Sicilia, etc.) hasta Rusia central. También se reproduce en el noroeste de África.
Esta especie está incluida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y en la Directiva 79/409/CEE de conservación de las aves silvestres como especie de interés especial. Sus principales problemas son la disponibilidad de lugares adecuados de reproducción, actualmente muy degradados, debido a la pérdida y fragmentación de hábitat; la persecución directa por parte de cazadores y apicultores y el uso indiscriminado de plaguicidas.