Este año se celebran los 25 años del inicio del Festival Womad de Cáceres, una de las citas ya clásicas para los aficionados a la música en Extremadura o fuera de ella. 25 años suponen un éxito continuado que viene a unirse al de otros como el de Contempopranea que se celebra en Badajoz y Alburquerque, y aun otros por la geografía extremeña.
Pero Mérida por su parte, quizás tenga el mayor palmarés de éxitos musicales y por sus diversos escenarios han pasado, lo mejor de la música actual a nivel mundial. Salvo los Rolling Stones (que aun esos tuvieron su intento fallido) la ciudad ha recibido a distinguidísimos guiris para actuar allí, Iron Maiden, nos visitó el 11 de julio de 2008 en el Vía de la Plata Festival, o Carlinhos Brown, que tras suspender su concierto del 29 de agosto de 2005 en el Mérida Music Festival acabó cerrando el acto de las Medallas de Extremadura el 8 de septiembre de 2007.
También Deep Purple, Doro Pesch, Saxon, Iced Earth, Slayer, Toy Dolls, Jethro Tull, Ratos de Porao, Bad Religion, Misfits, han pisado con éxito los escenarios de Mérida.
Pero sin duda, el mayor mito viviente de la música beat que también nos ha visitado, lo constituye un judío llamado Robert Allen Zimmerman, cuyo nombre artístico es Bob Dylan, creador de las míticas canciones como Like a Rolling Stone, Blonde on Blonde, Slow Train Coming, o A Hard Rain’s A-Gonna Fall cuyos ecos llegan claramente a los extremeños Pablo Guerrero o Luís Pastor.
El set-list de Bob Dylan en Mérida el 10 de julio de 2008 en la Plaza de Toros de San Albín fué el siguiente:
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14. Thunder On The Mountain
15. Like A Rolling Stone
El concierto congregó a más de 5000 espectadores. Dylan, que concluía en la ciudad extremeña su gira española, guió a su grupo como un auténtico director de orquesta, marcando los tiempos y alternando canciones country y de jazz blues con temas más eléctricos y rockeros y no dejando en ningún momento decaer la fiesta en la que se había convertido su presencia en Mérida, tocando teclados, guitarra y alguna vez su mítica armónica.
No obstante, el americano no era la primera vez que podía constatar la monumentalidad de Mérida. Años antes, el 12 de julio de 1993 también había actuado en el anfiteatro. En esta misma gira, el cantante y su banda dieron conciertos de tres cuartos de hora, aunque lo normal era hora y media. Mérida y el anfiteatro romano les retuvieron más de dos horas y media, algo realmente anormal, así como los tres bises ofrecidos, según comentaron los propios organizadores de la gira.