Charles de Gaulle (conocido como general De Gaulle), Lille, 22 de noviembre de 1890 – Columbey-les-Deux Eglises, 9 de noviembre de 1970, visitó España, haciendo una ruta de Paradores, el último año de su vida, el posterior al año 1969 en que dejó la política activa, como consecuencia de los sucesos del mayo del 68 en París el año antes.
En la primavera del año 1970, estuvo varias semanas en España, particularmente en el Parador de Santa Catalina en Jaen, habiendo visitado también al general Franco en el Pardo y gozado del Cigarral de Marañón en Toledo, tiempo en el que se interesó por las campañas de Napoleón en España, y aprovechó para continuar escribiendo sus memorias.
La visita de Extremadura fue ya a su regreso, pero no dudó en acercarse a la figura europea de Carlos V. Reproducimos la crónica que el diario ABC tuvo para su edición de Madrid.
ABC. JUEVES 25 DE JUNIO DE 1970. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG.45
PROCEDENTE DE SEVILLA, EL GENERAL DE GAULLE LLEGÓ AYER A JARANDILLA DE LA VERA (CÁCERES)
Jarandilla de la Vera (Cáceres) 24. El ex presidente francés Charles de Gaulle llegó al Parador Nacional de Carlos V, de Jarandilla de la Vera, en la provincia de Cáceres, a las cuatro y diez de esta tarde, procedente de Sevilla, ciudad que visitó esta mañana, continuando desde allí la ruta por carretera hasta Mérida y siguiendo después por Cáceres.
En la puerta del parador, que fue castillo del conde de Oropesa, las hijas del administrador del mismo entregaron a la señora De Gaulle unos ramos de rosas y jazmines.
A continuación los señores De Gaulle pasaron a sus habitaciones en la primera planta del edificio, ocupando la señalada con el número 12, orientada al Oeste, hacia Yuste, decorada con sobrio mobiliario estilo renacimiento. En ella existen dos camas provistas de dosel y entre ambas un cristo románico de cerámica de Talavera adosado a la pared, dos apliques, también de cerámica, una pequeña mesa y una lámpara de pie.
En la fachada principal de estilo sobrio y recio y sobre piedra labrada, aparece el escudo del Emperador Carlos V.
El general pasó por el patio de armas, precedido por su esposa, ayudante de campo y personas de su séquito, junto a antiguos escudos y azulejos. Uno de ellos representa a las armas de los Alvarez de Toledo.
El ex presidente francés, tras examinar atentamente todos estos escudos, penetró finalmente en el edificio, en donde descansó esta tarde a solo unos diez metros de distancia de la “sala-dormitorio” que utilizó el Emperador Carlos V y del “salón del silencio”, en el que permanecía muchas horas durante su estancia en este castillo, desde el 11 de noviembre de 1556 al 3 de febrero de 1557, en espera de que se terminase de construir el monasterio de Yuste, adonde se trasladó después, permaneciendo allí hasta su muerte en septiembre de 1558.
Algo pasadas las seis y media de la tarde, el general y su esposa salieron a la terraza del parador, en la que permanecieron descansando en unas tumbonas hasta pasadas las siete y media. Un descanso merecido, a la vista del kilometraje contabilizado por el “Tiburón DS” del general.
A las ocho y media, en uno de los salones, les fue servido el aperitivo, y a las nueve menos diez el general De Gaulle y su esposa se disponían a cenar.
Mañana, muy a primera hora, el general estará de nuevo en la carretera, con dirección al Parador Nacional de Turismo de Santo Domingo de la Calzada. Se afirma que marchará por la ruta de Salamanca a Burgos y desde aquí hasta Santo Domingo para vivir su última noche de vacaciones.
RÁPIDA VISITA A SEVILLA Y GRANADA
Sevilla 24. A las nueve en punto de la mañana estaba el general De Gaulle, con su esposa y miembros del séquito, ante la puerta de la catedral de Sevilla, para iniciar un brevísimo recorrido turístico por el interior del templo.
De la catedral, el ex presidente y su esposa marcharon a los Reales Alcázares. Siempre a toda prisa, han conocido el patio de las Doncellas, el de la Montería, el salón de Carlos V y han contemplado, sin detenerse apenas, los jardines del palacio hispano-árabe.
El Parador de Jarandilla ha recibido desde siempre visitas de muy ilustres huéspedes. Por decir algunas sin ningún orden y concierto: Barroso, mejor conocido como “Don Algodón”. “Que viene mucho, que tiene una finca que ni se sabe”. Parece que de este Parador salió vestida su novia para celebrar su boda y, según lenguas, acompañada por la Infanta Cristina, amiga de los novios…y entre tanto, y además de De Gaulle, otros muchos viajeros como Severo Ochoa. Álvarez de Miranda, Camilo José Cela, Rafael Alberti…