En los últimos días, un programa de televisión ha democratizado este sector de la belleza de alguna manera, poniéndolo al alcance de unos pocos elegidos previo casting. El formato, importado de los EE. UU., consiste en una mezcla entre ‘El patito feo’ y la tele-realidad que no ha tenido la misma acogida entre todos los públicos por su marcado toque de frivolidad.