José María Pagador relata en ‘Los pecados increíbles’ una trama policíaca y actual.
La editorial emeritense De La Luna Libros, que desarrolla como firma privada tan elogiable trabajo en el difícil mundo del libro, publica esta voluminosa novela (430 páginas), para lo que obtuvo una de las ayudas convocadas al efecto por la Consejería de Cultura. José María Pagador (Badajoz, 1948), que inicia con ‘Los pecados increíbles’ su carrera novelística, no necesita que lo presentemos. Se ha ejercitado desde la juventud en distintos medios (prensa, radio, TV), acreditándose como uno de los más sobresalientes profesionales del periodismo, y tiene en su haber una docena de obras, entre ellas seis de poesía, como Artificio, que le mereció el Premio ‘Antonio González de Lama’ del Ayuntamiento leonés. Notable repercusión alcanzaría su edición del Quijote, acompañada por un original ‘Libro de uso’. Su dominio de la palabra resulta indiscutible y bien se percibe en la entrega que presentamos.
Abre con oportuna cita de ‘Memoria de mis putas tristes’, donde García Márquez labra un descorazonador marco: «Con todo, el veneno mortal estaba en una foto panorámica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundación del periódico (…) De los cuarenta y ocho empleados originales sólo cuatro estábamos vivos, y el menor de nosotros cumplía una condena de veinte años por asesinato múltiple». Hiperbólico si se quiere, similar boceto cabe establecer de la redacción de El Día, el más importante periódico del país, según lo presenta el novelista. Un implacable pesimismo antropológico impregna el relato –ninguno de sus personajes resulta modelo ético–, según suele ocurrir en las obras de Felipe Trigo. La similitud frente el escritor villanovense se extiende también a otras facetas de este complejo relato, como ocurre con las descripciones del mundo rural (Córdoba, aquí) o los pasajes de fuerte carga erótica, si bien el estilo de Pagador está bastante más cuidado. Por ejemplo, el protagonista de ‘El papá de las bellezas’ tiene bien perceptibles puntos en común con este Benito Beato Bataille, que protagoniza ‘Los pecados increíbles’.
Director triunfante de ‘El Día’, un donjuán irreverente y amoral al máximo, no sé hasta qué punto verosímil (comienza a los doce años hazañas sexuales increíbles para confesores y amigos), sus apuntes autobiográficos, reproducidos en diferente grafía, constituyen uno de los hilos de la obra. Al suicidarse, pese a su aparatoso triunfo social, desecandenará otros trágicos acontecimientos. Tratándose de una novela policíaca, de cuyo bien tramada urdimbre, aunque con entresijos a veces previsibles, tiene él la clave, no desvelaré la solución. Para llegar a la misma, resultan básicos otros tres personajes: el joven redactor Manuel Santo Carmona, tímido y ambicioso; Francisco Ramírez Arias, el ladino director-adjunto, y la joven esposa de éste, amante de todos ellos, a los que gana en astucia y falta de escrúpulos. Como fondo, los asesinatos de prostitutas, cuyos responsables no adelantaremos. Las posibles paronimias entre estos y otros nombres aquí utilizados no parecen inducir mensaje alguno.
Maestro del doble sentido, de las situaciones polivalentes, del tempos narrativo y del análisis psicológico, Pagador exhibe extraordinaria riqueza lingüística en las áreas múltiples (mass media, agricultura, espectáculos, literatura, hampa, Islam) por donde hace discurrir a sus bien definidos personajes. Algún decaimiento ocasional (incorrecta transcripción de ciertas frases en francés; uso indebido de determinadas preposiciones; digresiones a veces superfluas) no suponen sino mínimas máculas en una prosa de calidad sobresaliente.
El Libro:
– Título: Los pecados increíbles
– Autor: José María Pagador
– Editorial: De Luna Libros, 2008. Mérida