Un horrible crimen llena la páginas de este libro ganador del XII Premio de Novela Ciudad de Badajoz 2008
Tras ser finalista, con otros textos aún no publicados, de concursos tan importantes como el Planeta, Nadal y Azorín (este último en dos ocasiones), Fernando Ugeda Calabuich (Villena, 1961), obtuvo el XII Premio de Novela Ciudad de Badajoz 2008. ‘La alternativa del escorpión’ es la primera obra del alicantino que ve la luz. Dedicado hasta hace bien poco a otras labores profesionales (fue durante casi veinte años dirigente de Cash and Carry), Ugeda ha decidido dedicarse exclusivamente a la literatura. Cualidades para triunfar, o al menos sobrevivir, en este mundo no le faltan.
La obra premiada se incluye dentro del género policíaco, aunque con características singulares. Aquí apenas importan las búsquedas, más o menos sagaces, que el inspector de turno desarrolla para descubrir a los autores de un horrible crimen. En realidad, todo parece claro desde el principio. Mucho más interesantes resultan la presentación del contexto histórico en que se sitúan los acontecimientos y, sobre todo, la psicología de los personajes implicados, especialmente el protagonista de la investigación, a la postre fracasada. Abundan también reflexiones de alcance filosófico, expresadas con sutileza.
Desmond Angell, policía ya setentón, incómodo con su conciencia por lo mal que había llevado el famoso caso donde se viese envuelto muchos lustros antes, decide dejar por escrito aquella triste historia. Es un hombre inteligente, metódico, socarrón, abstemio y un punto cínico.
Si el desenlace le dio fama, lanzándolo como el policía insobornable capaz de conducir hasta la horca al hijo de un lord, él, de origen humilde, aunque licenciado en leyes por el King´s College, sabe bien que lo suyo fue una chapuza, si no una venganza de clase, manipulación de pruebas incluida. Este largo soliloquio, construido en primera persona, pero en el que también se incluye diálogos propios y ajenos, así como diferentes cartas (una definitiva), constituye la estructura de la narración.
Arranca ésta en Londres, a finales del XIX. La ciudad es el emporio del mundo. Nada en riquezas, pero la costa del insufrible estado que padece gran parte de su población. Junto al lujo inmenso de nobles y burgueses, la miseria desnuda de tantos miserables, más cruel aún si son de origen irlandés, siempre bajo sospecha en el Reino Unido. Como Mary Lookford, la modistilla que aparece con un cuchillo clavado en el pecho. La autopsia revelará también huellas de veneno y un embarazo incipiente, detalles que Desmond decide ocultar al juez. Más tarde, cuando ya no haya remedio para el presunto culpable, se revelarán como imprescindibles para resolver la muerte de la joven. Como Julia Roberts en ‘Pretty woman’ (ambas viven una similar escena iniciática en la ópera), ésta tuvo su Pygmalion en el apuesto Arthur Herrington, hijo único de un lord rico e influyente, aristócrata incapaz de entender el romance de su afortunado heredero con la bella desheredada. Está dispuesto a todo para que termine tan «peligrosa» e insólita aventura. Tampoco la acepta el mejor amigo de Arthur, el riquísimo y frívolo Archibald Lester, capaz de cualquier cosa por favorecer a su compañero de estudio, juergas y futuras responsabilidades. Selma O´learly, la casera empapada en whisky y, no obstante lúcida, venal e irreverente, será testigo de cargo.
Según ocurriese en el ‘Crimen de Don Benito’, por las mismas fechas en que se enmarca ‘La alternativa del escorpión’, el pueblo de Londres se movilizará para impedir el posible favoritismo de los jueces. Las habilidades del inspector y la imparcialidad del magistrado harán el resto. Pero ¿era realmente culpable el joven dandy, según él mismo aceptó en el proceso, aun a sabiendas de que así no eludiría la horca?
Bien estructurada, con personajes y ambientes verosímiles, repleta de ese humor irónico que pasa por típicamente inglés, la novela está escrita en prosa excelente, a la que sólo turban pequeños lunares. Una más cuidada revisión de pruebas (para algo están los editores) podría eliminar defectos como los «es por eso que» (pág. 230); «sino» por «si no» (pág. 270); usos improcedentes del infinitivo (pág. 224) y del verbo «haber» (pág. 219) o los «porque» con sentido final, en vez de «por que» ( pág. 257), repetidos más de lo deseable.
LA NOVELA:
– Título: La alternativa del escorpión
– Autor: Fernando Ugeda
– Editorial: Algaida. Sevilla, 2009.