George M. Crhistopher se presenta como el heterónimo de Jorge Sedeño. Nacido en Cáceres (1969), exdeportista de élite, graduado en la Wake Ford University (USA) y director durante varios lustros de un holding de empresas de servicios, colaborador de varios masters universitarios en España, hace su primer ensayo en el terreno narrativo con esta atractiva novela, inspirada en el implacable mundo de los negocios internacionales. Puede decirse que, bajo las libérrimas fórmulas de la creación literaria, El protector es un alegato contra los grandes tiburones del comercio mundial, capaces de destruir bosques, contaminar ríos y mares, establecer un turismo sexual aberrante o asolar regiones enteras con tal de conseguir con costos casi ridículos petróleo, maderas, metales, joyas o cualquier materia prima demandada en el primer mundo. Sólo muy ocasionalmente se topan con algún dirigente tercermundista dispuesto a todo, crímenes incluidos, para defender los derechos de los suyos. Si surgen impregnados de prejuicios ancestrales o fanatismo religioso monoteísta (¡el dios Kamarkan!), pueden llevar más peligro que los clásicos explotadores.
Así ocurre con el personaje principal de la novela, el implacable Manlikan, “el protector”. Nacido en la tribu Dyarik, cuyas costumbres neolíticas perviven merced al aislamiento de la jungla indonésica, este sacerdote-guerrero se erige en el vengador de las agresiones que los suyos sufren por parte de las firmas internacionales que operan en Borneo. Merced a una metamorfosis tan rápida como poco verosímil, el primitivo salvaje pasa a ser un hábil negociante, extraordinariamente rico e influyente, capaz de urdir una terrible trama de alcance internacional. Su larga mano se extenderá al corazón del capitalismo, los Estados Unidos, merced al apoyo de los “Juramentados”. A cada uno de ellos se los formó desde la infancia en los valores tradicionales, hasta el punto de que van a proceder al asesinato ritual de determinados personajes en cuanto el jefe supremo se lo indique.
Así actúa Komar, un descendiente de la tribu sudasiática educado por su padre en USA. El autor, extendiéndose en consideraciones etnográficas plenas de imaginación, describe con todo detalle la liturgia que este asesino desarrolla para cometer sus crímenes, bajo la batuta de Manlikán, lejano, pero omnipresente gracias a sus recursos informáticos. La minuciosa descripción de las sangrientas actuaciones nada tiene que envidiar a los más tópicos pasajes del “realismo sucio”.
La trágica urdimbre comienza a desmoronarse cuando Shilak, hermano del primero, se niega en el último instante a cometer el crimen dispuesto. Rehúsa, como el anarquista de Camus, al sentirse frente a los ojos de un niño inocente. Incluso llegará a enfrentarse a su feroz gemelo y pasarse al servicio del FBI. Un agente especial, el valeroso A. Smithson, que conduce las investigaciones apoyado por la bella jay Lee An, especialista en culturas asiáticas, será la clave para poner fin in situ a la sangrienta mafia borneana, terremoto incluido. La tribu, que Matt Jonasson, un empecinado antropólogo yanqui llegó a descubrir, perdiendo la vida en el intento, continúa ilocalizable en mitad de las selvas pantanosas, desaparecido el diario donde aquél había ido recogiendo sus aventuras geográficas y etnográficas.
La segunda edición, ya anunciada, de este extenso (382 páginas) ambicioso y sorprendente relato , compuesto con una técnica próxima a los guiones televisivos, permitirá corregir las numerosas erratas que en la primera han podido deslizarse, algunas en verdad enojosas, y tal vez repeticiones prescindibles.
EL LIBRO:
Título: El protector
Autor: George M. Chistopher
Editorial: SIAL. Madrid, 2010.