Natural de Orellana de la Sierra (n. 1879), la autora reside desde muy joven en Villanueva, donde padre poseía una fábrica jabonera, en cuyas gestiones le ayuda. Se t traslada (c.1915) a Badajoz, con su marido, que ejerce como abogado. Falleció en esta ciudad el año 1950, habiéndose relacionado con los investigadores del Centro de Estudios Extremeños, entre otros D. Antonio Rodríguez-Moñino.
Conocida por otros trabajos sobre diferentes materias etnográficas, Isabel publica el año 1922 (Madrid, Saturnino Calleja) su obra sobre la cocina, de la que se harán varias ediciones ( no todas completas).
Reaparece en edición facsímil bajo el cuido Agustín Jiménez Benítez-Cano, socio de la UBEx, quien suscribe el estudio preliminar, compuesto con su peculiar estilo. El diseño y la maquetación pertenecen a Bartolomé Miranda Diaz (Docunet), presidente de la Unión de Bibliófilos Extremeños. Se han tirado solamente 200 ejemplares.
Es un “tratado completísimo del arte culinario”, según lo define la propia Isabel, quien le añade el siguiente intítulo: “Contiene fórmulas muy prácticas de la antigua y moderna cocina de todas las regiones de España, con muchas de carios países extranjeros, árabes y mejicanas, entre otras, trata de toda clase de viandas, desde las más sencillas a las más refinadas: caldos, consomés, salsas, gelatinas, purés, potajes, mantequillas, ordubres, fritos, huevos, pescados, mariscos, crust´caeos,carnes, aves, caza , legumbres, verduras, postres, licores, refrescos, helados, pastelería, respostería, salazones, conservas de todas clases, quesos, mantecas e infinidad de otros variadísimos condimentos, explica minuciosamente la matanza y aprovechamiento de las carnes del cerdos; el arte de trinchar, presentar y servir toda clase de manjares con gusto y elegancia; el aprovechamiento de las sobras; la confección y servicio del té, café y chocolate con finura y delicadeza; siendo el libro más útil en comunidades y conventos, por la exquisit variedad de clados y platos de vigili que contiene, con otros datos y consejos muy útiles para el buen orden y economá domésticos”.
Tan sabrosa presentación preliminar no es sino el resumen del extenso prólogo que la conciezuda dama puso al primer volumen (538 páginas) , repitiéndola en el segundo (534 páginas). Ambos volúmenes lllevan su propio índice de recetas, ordenadas alfabéticamente, lo que permite la rápida localización de cualquier plato. Por supuesto, no faltan los de origen extremeño, deteniendose con especial consideración en los relacionados con los productos del cerdo.
Isabel Gallardo de Álvarez. La cocina, 2 vols. Villanueva de la Serena, Asociación Cultura Torres y Tapia, 2010.