El 23 de abril de 2010, día bien idóneo, asistíamos en la Biblioteca de Extremadura, bajo la dirección entonces de Justo Vila, a un acto singular: Fernando Serrano Mangas (+) entregó a la Consejera de Cultura, Leonor Flores, una joya bibliográfica, un ejemplar desconocido hasta la fecha de la Hystoria del muy noble y valeroso caballero Ruy Díez de Bivar en romances, en lenguaje antiguo (Lisboa, Antonio Álvarez, 1605), recopilación preparada por Juan de Escobar.
Al parecer, el Dr. Serrano, que no quiso desvelar a los curiosos periodistas los intríngulis de la compra, había adquirido a buen precio tan rara pieza en la tienda de un “alfarrabista” de Lisboa y tuvo a bien donarla a los cada vez más ricos fondos de la BIEX. (“Sebo o alfarrabista é o nome popular dado a livrarias que compram, vendem e trocam libros usados”, leemos en Wikipédia).
La editorial Castalia había publicado, ya póstuma (1973), la edición que de dicha obra dejase dispuesta D. Antonio Rodríguez-Moñino para la “Colección de Romanceros de los Siglos de Oro”. Llevaba un prefacio de otro gran especialista, Arthur Lee-Francis Askins, hoy profesor emérito de la prestigiosa Universidad de Berkeley y autor de numerosos estudios sobre el tema.
La reedición que ahora presentamos recoge aquel texto, precedido por un breve apunte de dicho investigador, amén de un preámbulo que firma José J. Labrador Herraiz, coordinador de la serie Romanceros patrocinada por el Frente de Afirmación Hispanista. Ha tenido a bien incluir un extenso pasaje en que Justo Vila evoca sus amistosas relaciones con Fernando Serrano.
Sigue el facsímil del volumen que preparase Escobar, reproduciéndolo no del ejemplar que guarda la BIEX (con lagunas, pese a la magnífica labor restauradora hecha por Pedro Barbáchano a partir de la donación), sino según el otro ejemplar de la princeps hasta hoy localizado. Lo conservan en la Biblioteca Houghton de Harvard, donde llegaría el año 1922, donado por J.B. Stetson, procedente de la colección de Fernando Palha. (Aunque Moñino habla de otro ejemplar, que estaría en la Universidad de Gotinga, al parecer nunca ha figurado allí. Ni se conoce el paradero de otro, subastado el 1996 en Londres por Christie`s, al nada módico precio de remate de 5.290 libras). Sólo se ha aumentado ligeramente el tamaño de las letras, para facilitar su lectura.
Se dice que el romance constituye la poesía española por excelencia, en sus modalidades múltiples. Sin duda, los denominados de “gesta” y con protagonismo del mayor de nuestros héroes medievales tuvieron que ser forzosamente muy numerosos, más aún tras la invención de la imprenta. “El conocimiento de los textos, respaldado en esencia por las publicaciones de Rodríguez-Moñino y sin duda facilitado por la actual sencillez de acceso a ellos, sumado al cada vez más amplio repertorio de materiales de trabajo que aparece en revistas y libros, ha favorecido enormemente el estudio del romancero desde las perspectivas literarias y bibliográficas”, escribe Lee-Francis Askins (pág. 28).
La compilación de Escobar (tal vez un andaluz residente en Lisboa) fue la antología del Siglo de Oro que tuvo más reimpresiones. Askins pergeña en su estudio el núcleo de las peripecias y antecedentes bibiográficos de la misma. Ahora podemos disfrutar de la edición princeps (facsimilada) merced a la generosidad de Serrano, la clarividencia de Vila y los buenos oficios de mecenas, investigadores y editores.
Hystoria del muy noble y valeroso caballero El Cid Ruy de Biuar…México, Frente de Afirmación Hispanista, 2017.