Si te ha quedado algo de turrón en la alacena y ya no te apetece comerte un solo trozo de este dulce navideño, aprovéchalo para elaborar un helado. Coge la tableta, métela en un recipiente hondo y aplástala con un tenedor. Añade 250 gramos de nata montada, sin azúcar. Trabaja bien la mezcla hasta que queda homogénea. Introdúcela en un recipiente hermético, ciérralo y mételo en el congelador hasta que tengas ya el turrón listo para comerlo como helado. Si no eres demasiado heladera y menos con el frío que ha hecho los últimos días, quizás prefieras elaborar un flan con los restos de turrón blando. Todo lo que tienes que hacer es triturarlo con leche y nata y meterlo en el frigorífico. Cuando haya cuajado, ya podrás probarlo. Con estas recetas aprovecharás los restos de las Navidades.