Ahora que los fumadores ven restringido los lugares en los que ‘echarse un cigarro’ y le ‘dan al vicio’ en casa, es el momento de recordar algunas maneras de conseguir acabar con su olor para que no termine en cortinas, cojines o tapicerías. El olor desaparecerá si colocas uno o dos recipientes de agua con vinagre por los rincones de la casa que estén más cargados. También puedes eliminar los olores colocando unas ramitas de tomillo en los ceniceros o una capa de bicarbonato en el fondo. Otro truco invita a poner un recipiente abierto lleno de agua en una mesa, en medio de la habitación, con una esponja en el centro. También, puedes cocer en cuatro dedos de agua cinco o seis clavos de especia. Pon el cacillo con el líquido aún caliente en la habitación. El vapor que desprende absorbe el olor a tabaco y deja un aroma a claveles.