A la hora de hacer el pastel en casa de sobra es sabido que se debe untar el molde con mantequilla y espolvorear harina para que la masa no termine pegándose al recipiente. Sin embargo, hay quien unta el molde bien con mantequilla o con aceite, lo mete en el congelador durante unos minutos y vuelve a engrasarlo con aceite o mantequilla antes de llenar el recipiente con la masa. Si te decantas por el aceite, usa el de almendras dulces porque aportará menos sabor que el de oliva. Si el pastel ya se ha enfriado y ahora no consigues desmoldarlo, vuelve a calentarlo un poco en el horno. Si aún así se niega a despegarse, tápalo un rato con un paño húmedo. Así conseguirás desmoldarlo. Otra manera para despegar el pastel consiste en colocarlo sobre un plato lleno de agua fría y sal cuando aún esté caliente.