Para dejar el bronce brillante, puedes frotarlo con un paño empapado en agua, vinagre y amoníaco a partes iguales. Otra receta manda a mezclar vinagre y pimentón y frotar con ella la pieza. Luego pasa un paño fuerte para sacar brillo. Si lo que quieres es limpiar las estatuillas de bronce, lo mejor es bañarlas en agua jabonosa caliente y ligeramente amoniacada. Deja la pieza secar y aplica una capa de cera incolora. Saca brillo con un paño de lana o cepillo suave. Además, hay quien sumerge la pieza durante media hora en el agua de cocer patatas y luego acláralos con agua tibia. Pero si el objeto es de bronce dorado, límpialo con vino tinto caliente o con agua y amoniaco (pon una cucharada sopera por cada litro de agua). Cuando ya tengas la pieza de bronce limpia, frótala de vez en cuando con un poco de aceite de oliva.