A la hora de elegir los nuevos tonos para decorar tu casa, ten en cuenta los pasillos, la escasez o el exceso de luz natural y las habitaciones demasiado grandes. Si te enfrentas a un pasillo estrecho, acertarás si optas por los colores fríos. Los tonos azules y verdes ‘ensanchan’ ópticamente los pasillos. Para espacios demasiado amplios, inclínate por los colores cálidos. De esta manera, conseguirás una sensación de proximidad entre las paredes. Si lo que quieres es dotar de profundidad a la habitación, píntala con colores claros (blancos, amarillos o cremas) y siempre la pared del fondo más clara que las laterales. Escoge tonos anaranjados, rojos, rosas o amarillos para estancias con poca luz natural, mientras que debes optar por los colores piedra, naranjas apagados o verdes tipo musgo para absorber el exceso de la luz del Sol.