El aspecto envejecido de los electrodomésticos puede darle una impresión de suciedad que en realidad no tienen. El microondas es uno de los pequeños ‘amigos’ del hogar que terminan por parecer más viejos de lo que en realidad son. Además de que los niños lo usan para calentar por su facilidad de uso y en muchas ocasiones terminan por dejar todo el microondas con comida esparcida al sobrepasar el tiempo indicado para calentar el plato. Para conseguir que permanezca limpio por más tiempo y sin malos olores, coloca en su interior una taza llena de agua y con el zumo de un limón exprimido. Enciéndelo a temperatura máxima durante diez minutos. Retira la taza con cuidado, porque quemará, y recoge el exceso de agua que se habrá vertido en el microondas con la esponja de un estropajo. Quedará brillante y con olor a limpio.