La seda se caracteriza por su delicadeza y requiere unos cuidados más que especiales a la hora de plancharla. Para asegurarte de que la prenda no sufra demasiado y no le queden marcas, pasa la plancha a baja temperatura. Si lo que quieres es que no aparezcan manchas, lo mejor es que las planches del revés y pon entre la tela y la tabla un paño de algodón. Un remedio que nunca falla consiste en introducir la prenda en una bolsa de plástico y meterla en el congelador al menos durante una hora. Después, plánchala. De esta manera, evitarás que aparezcan arrugas al pasarle la plancha. A la hora de lavarlas, recuerda que siempre es mejor hacerlo a mano con un producto indicado para prendas delicadas. Evita siempre meter prendas de seda en la lavadora, si quieres que sobrevivan cuando acabe el lavado.