Hay cojines que no cesan de soltar plumas ni un solo momento y cualquier movimiento que hagas con él tiene como resultado una ristra de péndolas desperdigadas por la habitación. Para poner fin al desperdicio de plumas o cálamos almidona la bolsa interior del cojín, la que contiene el relleno. Edredones, cojines y almohadas rellenas de plumas no pueden lavarse en la lavadora, si no que deben pasar por el tinte. Para conservar mejor las almohadas, ventílalas diez minutos cada día y dales unos golpes para evitar que se apelmace el relleno de plumas. Si les pones una funda extra a la almohada de plumas naturales podrás lavarla con frecuencia. Sin embargo, podrás lavar a máquina las almohadas, edredones y cojines acrílicos siempre en un programa corto y a una temperatura de 30 grados como máximo.