Las manchas de resina suelen ser bastante complicadas de eliminar y dejan además una sensación de suciedad en las manos por dejarlas pegajosas. Un buen remedio para acabar con ellas consiste en aplicar un poco de mantequilla y, después, retirarla cuidadosamente con ayuda de trementina. Si esta opción no te resulta demasiado eficaz, mezcla alcohol y aguarrás a partes iguales. Después, lava la zona manchada con agua y jabón. Ya verás cómo desaparecen las manchas. Es posible que una vez que hayas retirado las manchas te quede una sensación pegajosa en las manos. Ponte fécula de patata y te las sentirás limpias. Si lo que quieres es evitar que rezume la resina que acostumbran a producir los nudos de los muebles de madera blanca, aplica sobre ellos una pasta formada por minio y cal apagada.