Los sonidos de la madera siempre ambientan las películas de miedo y los fotogramas de mayor intriga vuelven siempre a la mente cuando suenan las tablas de un suelo de madera o las puertas chirrían. Para evitar que el suelo haga ruido, introduce polvo de talco entre las lamas y distribúyelo con la ayuda de un cepillo. Si eres un ‘manitas’ vierte gotas de parafina en los puntos de unión, con cuidado de no manchar los listones. Generalmente, el ruido de los suelos de madera se debe a las contracciones y dilataciones que sufren las lamas y que se deben a los cambios de temperatura. Por cierto, que si quieres restaurar el suelo de madera estropeado por el paso del tiempo no tienes más que mezclar betún marrón con cera para suelos y frotar toda la superficie. Una vez que el suelo esté seco, pasa un paño suave para que recupere su brillo.