Una de nuestras lectoras nos ha hecho llegar un antiguo remedio casero que le ha permitido recuperar sus antiguos calderos dorados. Estaban hartos en su casa de tanto frotar, de probar con los nuevos productos que salen al mercado y de darle al trapo con todo lo que se les pasaba por la cabeza. La respuesta la encontraron en un pueblo de Extremadura. Una mujer le recomendó probar con vinagre y pimentón. Y el remedio resultó efectivo. Todo lo que hay que hacer es mezclar vinagre y pimentón hasta formar una pasta. Después, hay que frotar con un paño de algodón, para no dejar pelusas, y listo. En cinco minutos recuperaron los calderos de su abuela, que durante tanto tiempo habían intentado hacer brillar y que ahora exhiben en la cocina como el recuerdo de herencia familiar que son.