Aunque los termómetros se resistan a descender hasta marcas realmente invernales, muchas camas extremeñas están ya vestidas con mantas. Para mantenerlas en buen estado, haz del aspirador tu mejor aliado. Prueba con los distintos accesorios que adjunta la aspiradora hasta que encuentres la que mejor se adapte a la necesidad de la manta, como el especial para sillones y pásala con cierta frecuencia. Si ha caído alguna mancha sobre la manta y no quieres meterla en la lavadora, prueba a pulverizar sobre ella vapor de plancha. Previamente, tienes que haber añadido unas cuantas gotas de vinagre. Para mantas de lana o acrílicas que uses con mucha frecuencia, mejor que optes por meterlas en la lavadora, en un ciclo corto, con jabón líquido, amoníaco y suavizante. De esta manera, quedarán como nuevas.