Con las bajas temperaturas ha llegado el vaho a los cristales y, en muchas ocasiones, hay que parar el coche porque no se consigue ver nada. Para esas ocasiones, procura llevar siempre una mezcla de agua y glicerina dentro del vehículo y frotar con ella los cristales. Otro remedio para luchar contra el vaho consiste en pasar un paño mojado en amoníaco por el parabrisas y los retrovisores. Otro remedio bastante eficaz y que, además, resulta muy práctico consiste en fabricar una gamuza antivaho y llevarla siempre en el coche. Sólo tienes que coger un trapo de algodón y empaparlo en agua, le echas un chorrito de lavavajillas y la dejas secar. Con esto, ya tendrás una bayeta antivaho perfecta para llevarla en el automóvil y sacarla de la guantera cuando los cristales del coche se empañen. Solo tendrás que parar y frotar con ella.