Conseguir unos cristales impolutos es cuestión de probar con trucos caseros hasta que des con el que más te convenga y te ofrezca mejores resultados. Es ya bastante viejo el truco de utilizar las páginas de un periódico antiguo y formar una bola humedecida. Si te has quedado sin limpiacristales, sustitúyelo por un poco de alcohol de quemar o lavavajillas diluido en agua. Si quieres que además de limpios, resulten muy brillantes, hazte con una botella con pulverizador. Llénala hasta la mitad de agua, agrega medio vaso de amoniaco y añade tres gotas de lavavajillas. Descubrirás un resultado perfecto. La solución para los cristales de mesas o cómodas rayados por el uso está en pasar sobre ellos un trapo con un poco de zumo de limón, secar con servilletas de papel y abrillantar después con papel de periódico. Y listo.