Un descuido te puede arruinar la colada si te has quedado sin suavizante para la ropa. Antes de lanzarte a la tienda más cercana, prueba con algunos remedios caseros que dejarán tu ropa igualmente suave. Si vas a lavar prendas de lana, pon en un tapón el suavizante del pelo, y deposítalo en la cubeta de la lavadora normalmente. También puedes, para ropa de lana, aclarar después del lavado con agua de hervir judías blancas. Para prendas elaboradas en otros materiales, puedes recurrir al vinagre y el bicarbonato para sustituir al suavizante convencional. Echa en el agua del último aclarado una cucharada de bicarbonato. En cuanto al vinagre, es mejor que pongas un chorrito de vinagre, sólo un chorrito, en un barreño lleno de agua y mete ahí toda la ropa. Escúrrela bien, para que no guarde el olor, y verás qué suave queda.