Te lo advierto, Joaquín, este juego no me hace ninguna gracia.
Joaquín, por supuesto, se descojona. Le hace una gracia tremenda.
No seas así, mola pasarlo mal un rato.
Claro, cuando no eres tú.
Eres una aguafiestas. Cada vez es más difícil sodomizarte.
Joaquín, estábamos jugando al Monopoly.
Ah, ¿no jugábamos al tú la llevas?
No, Joaquín, que tú ya te lo llevaste todo.
¿Y por qué llevo puesto solo los calzoncillos?
Jugamos con la versión para adultos.
Pero tú llevas toda tu ropa.
Eso es irrelevante. Vamos, Joaquín, te toca.
Joaquín, cabizbajo, se desprende del calzoncillo y se queda en pelotas.