Parece ser que este romance está basado en un hecho real acaecido a mediados del siglo XIX durante la corrida de toros que tuvo lugar en la fiesta de algún lugar cercano, se ha hablado de Monsergal, ermita próxima al pueblo, y que se difundió, al principio, como un romance o cantar de ciego. Lentamente, como todo lo que altera la tradición oral, fue cambiando el tono del mismo, se modificaron las expresiones típicas de aquellos cantares más vulgares y fue adecuándose a la brevedad, intensidad y síntesis de los romances tradicionales, transformándose así en una pequeña joya de arte popular.
Es un romance sobrio, intenso y bronco, tal vez el más impresionante y el más bello de la zona. Su escueto e intenso dramatismo lo hace especialmente apto para una recitación expresiva. Tres son los protagonistas de esta “oscura tragedia ritual”: el mozo, su madre (la viuda) y el toro. Manuel Sánchez es el joven que quiere probar ante el pueblo su hombría en el rito iniciático de la lucha con el toro, animal totémico en la vida y en las fiestas de tantos de nuestros pueblos. De alguna manera citar al toro podría considerarse como un rito de transición a la edad adulta, dejando a un lado su vida anterior. Es muy probable que la maldición de la madre no fuese un elemento real de la historia sino una aportación literaria añadida para enriquecerlo dramáticamente, haciendo aparecer el “fatum” o destino del que no se puede escapar, tan presente en las grandes tragedias clásicas.