Tuve la suerte de regresar hace unos días al Geoparque Villuercas-Ibores-La Jara, concretamente a la mina Costanaza, en Logrosán, con el alumnado de mi nuevo centro. Hace un par de cursos la visité por primera vez y ya me causó una grata impresión, tanto las instalaciones del antiguo laboratorio y el museo de minerales y fósiles, como las galerías de la propia mina.
La extracción de fosforita de la mina Costanaza dejó de ser productiva a mediados del siglo pasado cuando empezaron a explotarse otros yacimientos ricos en fosfatos y alejados de estas tierras (bajo las arenas del desierto del Sáhara). Y no solo por eso, sino porque el transporte de los fosfatos desde Logrosán a Cáceres (donde se unían a los extraídos de las minas de Aldea Moret y eran trasladados a la fábrica de abonos de Mirat en Salamanca) resultaba más costosa que los beneficios que iba a producir la venta del mineral. Porque el tren nunca llegó a Logrosán. ¡Cuántas veces he caminado por la vía verde sin raíles que llega a Guadalupe por encima del viaducto!
Así, el filón de fosforita quedó enterrado bajo la tierra y hoy en día la mina Costanaza se puede visitar gracias a la reconstrucción del Pozo María y de sus dos primeros niveles que se encuentran a unos 10 metros de profundidad (del total de 210 metros y 14 niveles que tiene la mina).
La novedad en esta ocasión fue la “sala oscura de los minerales”, inaugurada durante el pasado verano, y en la que se puede ver una exposición de minerales que emiten fluorescencia cuando son iluminados por luz ultravioleta.
Todos los minerales tienen la capacidad de reflejar la luz. Eso es lo que los hace visibles al ojo humano. Algunos minerales tienen una interesante propiedad física conocida como “fluorescencia”. Estos minerales tienen la capacidad de absorber temporalmente una pequeña cantidad de luz y una versión posterior instantánea una pequeña cantidad de luz de una longitud de onda diferente. Este cambio en la longitud de onda provoca un cambio de color temporal del mineral en el ojo de un observador humano.
El cambio de color de los minerales fluorescentes es más espectacular cuando están iluminados en la oscuridad por la luz ultravioleta (que no es visible para los seres humanos) y liberan a la luz visible.
https://www.forodeminerales.com/2015/05/los-minerales-fluorescentes.html
La mina Costanaza se puede visitar a nivel particular, solamente hay que reservar día y hora. Los guías está muy bien preparados y harán que la visita sea inolvidable.
Si la visita se hace durante la mañana, el resto del día se puede completar con otros geositios del Geoparque, como la cueva Chiquita o de Álvarez cerca de Cañamero, a la vera del Ruecas, donde se pueden contemplar interesantes pinturas rupestres esquemáticas del Calcolítico de hace unos 3.500 años.
El Geoparque ofrece tantos lugares de interés, que bien vale reservar más de un fin de semana para recorrer algunos de ellos.