CONSOLAOS, SANTOS INOCENTES a quienes la diosa Fortuna del doble bombo ha ignorado un año más, escuchad a doña Inés y cesad en vuestros cantos funerales: sólo la verdad desnuda espantará a los espectros ilusorios que os hacen concebir esperanzas donde no hay sino timo y despojo. Yo proclamo