La mirada del niño tenía esa compostura tierna que alimentan la penuria y la inocencia. La fotografía nos la había enviado la oenegé como testimonio del apadrinamiento. Por Navidades solíamos recibir su felicitación con dibujos que año tras año demostraban mayor destreza y madurez. Mis hijos le escribían a veces cartas y su imagen, enmarcada, […]