Es más flaco que la sombra de Joaquín Sabina. Le gustan Andy Warhol y las fotos de Cartier-Bresson. No se le conocen enemigos, y sus amigos le envidian el aire de joven Casanova que él niega con humildad, como hacen todos los caballeros seductores que son donjuanes involuntarios. La primera vez que acudió a cubrir […]