De los tres ya no queda vivo ninguno. El último en morir ha sido Solzhenitsin. Los otros dos también eran escritores. El dibujo debí de hacerlo en 1973 o 1974. Yo era por entonces además de joven, feliz e indocumentado, un lector voraz y algo caótico. Quiero decir que no le hacía ascos a ningún […]