Si el conocimiento se transmitiera por generación espontánea no nos lamentaríamos de que la educación española esté por los suelos ni necesitaríamos un ordenador por alumno en cada colegio. Por desgracia, la ciencia no es infusa y nadie escarmienta en cabeza ajena. Hace casi 20 años, en el otoño de 1991, Cáceres saltó al primer […]